viernes, 2 de febrero de 2018

SCHEELITA Y OTROS DE MINA CARMELITA II, MONTEARENAS, PONFERRADA (LEÓN)


          La era telemática en la que vivimos, nos permite a golpe de click en nuestro navegador de internet poder acceder a los lugares más recónditos y hacer un viaje o una visita virtual a museos o monumentos históricos, cuando planificamos nuestras vacaciones podemos ver el hotel donde nos alojaremos, las playas o montañas que podemos visitar e incluso programar y concertar casi todas nuestras horas de ocio. Tanta información es interesante y a veces importante, pero no dejamos mucho lugar a la improvisación y a las sorpresas que nos puedan deparar nuestras aventuras.

          Este preámbulo viene a colación de esta salida mineralógica que hemos realizado; previsiblemente no aportaría muchas sorpresas, salvo la suerte de poder encontrar alguna mineralización interesante, pero la "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" -que dice la canción-. uno de los componentes del grupo, halló para regocijo de todos, una entrada a una mina invadida por la vegetación y difícil de ver a pesar de las ocasiones que habíamos estado cerca, es un antiguo vestigio minero muy interesante para la historia de nuestro Bierzo y que queremos dejar constancia en este blog de nuestra Asociación.

          Ha sido una jornada de investigación y productiva, como siempre en armonía y buena compañía.

Zona minera, un bonito paisaje casi impracticable en el recorrido minero por la abundante vegetación.
Después de visitar la primera mina nos desplazamos hasta las zeuneritas
    El paso del tiempo y la frondosa vegetación hace que pase desapercibida esta entrada a otra de las galerías de la zona de mina Carmelita a la que citaremos como Carmelita II, esto lo hacemos para diferenciarlas de entre las varias galerías, calicatas y trincheras que hay.

    Otra sorpresa que nos alegro el día ya que no la teníamos localizada hasta la fecha, como se observa en la imagen de abajo estaba  perfectamente camuflada.

Entrada bocamina y limpieza de la abundante vegetación
       Una vez dentro, pasamos a valorar su estado y si era posible seguir adentrándonos en la galería, tanto techo como hastiales estaban en perfectas condiciones, excepto el suelo que tenía una costra considerable de barro desecado, este barro procedía como veremos en fotos siguientes, de los arrastres de materiales del exterior  que se filtraban por  algunas chimeneas existentes, y que con el tiempo y las precipitaciones han  provocado que se introdujeran en la galería principal.

Bocamina

Entrada de la bocamina, con mucho barro y agua en su interior
         Lodos y barro procedentes del exterior que se introdujeron por una de las chimeneas de la mina, estos barros y lodos nos han complicado avanzar en nuestro cometido de seguir investigando mas metros, ya que han servido de freno en el desagüe del agua de la galería, provocando su almacenamiento y conteniendo el agua en una especie de presa.
Arrastres de lodo y barro en la galería principal
        En la imagen donde se encuentra nuestro amigo José Luis, los lodos casi llegan al techo de la mina dejando un pequeño espacio para  pasar de apenas  60cm de ancho, en esta visita no era el momento de ponernos serios con muestreo o toma de notas, era el momento de disfrutar y de valorar posibles incursiones mas rigurosas con la ayuda de nuestro gran  amigo y colaborador  Roberto Matías, ingeniero de minas e investigador científico.
Jose Luis al otro lado de la galería esperando noticias del estado de la mina.
     La foto de abajo muestra el agua almacenada en la parte interna, a causa de  los lodos almacenados en la parte de la salida de la mina, si nos fijamos en el centro de la foto vemos el fondo de la galería de color negro, la luz ya no nos dejaba ver más ni saber hasta donde llegaba, en próxima incursiones veremos que pasa, aproximadamente los metros que se pueden observar y lo recorrido rondan los 50 metros de largo.

Lodos taponando la salida del agua.
     El agua frenaba nuestro empeño de seguir avanzando, volveremos con botas de agua -o como alguno citó-, con el bañador puesto, de lo que no cabe duda es del momento vivido y de la experiencia que disfrutamos, en esta salida que debía de finalizar ya...
Nuestro primer selfi...
       Este es el límite, no seguiremos, es hora de que se ponga fin a estos aventureros, hay que saber que solo es la entrada de la mina y de de aquí en adelante se ponen las cosas difíciles, para ellos una aventura pero para los que tenemos responsabilidades del grupo decidimos hacer unas fotos y de camino a la entrada, premia la seguridad, estamos seguros que no olvidaremos este momento.

Creemos que sus gestos lo dicen todo



Santi sin duda será un referente en nuestra Asociación en un futuro
 Uno de nuestro Benjamines, Santi, le gusta la paleontología, incansable caminante, ya viene de familia, pero sobre todo un aprendiz que día a día nos enseña y nos obliga a caminar junto a el, la fuerza que nos transmite nos reconforta y nos pone firmes en seguir con nuestro proyecto con los más jóvenes.









 Valiente donde los halla, no suelta su piqueta ni un momento, no importa lo grande que sea la roca o si se cae rodando por una ladera es duro como la propia piedra, ha estado ahí escondido aguardando su momento, gracias Santi.

       De camino para casa y con materiales interesantes que investigar, nos vamos satisfechos del día de hoy y con las metas conseguidas.

También comprobamos mas indicios de calicatas y posibles galerías

Trazas de ópalo en el granito de la galería



También y con la ayuda de la lampara UV pudimos comprobar la presencia de las trazas de ópalo que se encuentran entre el granito de la galería.




Scheelita en uno de los astiales de la galería












     Las trazas de scheelita están diseminadas por toda la beta cuarzífera, que se extiende por los laterales de la mina y por el techo









Así son las cosas y así se las hemos contado

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