domingo, 1 de febrero de 2015

UN TESORO POR DESCUBRIR EN EL BIERZO Cap.2º


LAS MINAS DE ORO ROMANAS DE CASTROPODAME:

Cap.2.- Sistemas de explotación. Oro extraído
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          Aunque en una primera impresión, estas minas parecen una especie de Médulas en pequeño; la realidad es que hay notables diferencias entre ambas. Entre estas diferencias una de las mas importantes, estriba en los métodos de explotación, algo fuera de toda duda. Dicho esto puntualizo que no resulta sencillo saber con detalle, lo que ocurrió hace 2000 años, por ello yo mismo y otros investigadores (entre ellos el célebre Claude Domergue); hemos cometido errores de interpretación en las primeras observaciones. En esta mina de Castropodame, se utilizaron esencialmente dos modos de laboreo (minería a cielo abierto y minería de interior).

MINERÍA A CIELO ABIERTO

Parte del complejo minero aurífero de Las Cuevas, Castropodame (León)
            Se aplicaba para el tratamiento del terreno mas superficial y mas blando; ese de color rojizo que nos recuerda a Las Médulas y la energía empleada era esencialmente hidráulica. En medio de este terreno rojizo hay diminutas partículas de oro sueltas; pero de unas dimensiones tan reducidas (un tamaño de 5 milímetros sería algo excepcional) que es imposible ver el oro a simple vista. Incluso con lupa sería complicado dado el parecido en los colores. Desde distancias de varios kilómetros se traía agua por unos canales trazados con una pendiente tan cuidada que asombra aún a los topógrafos actuales. Una de las ultimas tareas de estudio que he emprendido (ayudado en gran medida por mi amigo el ingeniero Francisco Arias Ferrero, e incluso por el vecino de nuestro pueblo y amigo de toda la vida Benito Panizo Prada), es precisamente la traza de algunos de estos canales, en el valle de Vendañuelo. Por razones de espacio no me entretengo mas en este punto, pero si considero importante señalar que los numerosos embalses de la red hidráulica de estas minas son claramente mas pequeños (capacidad máxima no superior a 3.500 m3) que los de otras minas de oro también explotadas a cielo abierto. El agua soltada desde la parte alta del monte (Capellosines, El Alberque, Los Cousos), era capaz de arrastrar la tierra roja (que quizá previamente había sido arada) y la mezcla de agua y tierra se conducía a los lavaderos. Se han conservado hasta la actualidad en bastante buen estado dos: el denominado “Vallecavero” y el valle de La Gandarina.

           Un recorrido por estos valles muestra aún evidencias de lo que fueron; una sucesión de embalses bien alineados y dispuestos de tal modo que el agua que rebosaba en uno iba al siguiente y así sucesivamente. En la práctica el agua mezclada con la tierra (y el oro) era forzada a circular a velocidades variables con lo cual se propiciaba la acumulación del oro (por decantación), en determinadas zonas. Las piedras consideradas no aprovechables se desechaban y poco a poco iba quedando un barro rojo con un contenido de oro aceptable. Plínio el Viejo cita en sus escritos estructuras de este tipo a las que denomina “agogas”. No estaría mal un análisis físico-matemático (mecánica de fluidos) de este tipo de estructuras. La pendiente de uno de los lavaderos es de un 7,8 % y la del otro 7,43 %. En ellos se trataba el material blando extraído de la zona de La Encinal. Creo que en su día existió otro para tratar la tierra roja arrancada de Los Valles que debía discurrir justamente al Oeste de los prados y llamas de Nogaleas y del cual apenas quedan ciertos indicios.

          Lo que se hacía finalmente con el material extraído de estos lavaderos (tierra o barro rojizo con una proporción alta de oro), era someterlo a un tratamiento que permitiese separar el oro del resto; pero los detalles concretos del proceso, no estoy seguro de conocerlos en detalle, así pues nada diré.

          Uno de los resultados mas evidentes de esta minería superficial sobre terreno blando, es la aparición de una serie de laderas y montículos de aspecto rojizo que en una primera impresión recuerdan a Las Médulas y que parecen haber confundido a algunos investigadores.

MINERÍA DE INTERIOR

          A medida que han ido transcurriendo años de estudio, me he ido percatando de que en estas minas, la explotación de interior fue posiblemente la mas importante, algo que como ya dije no sabía hace 35 años. Los datos hoy conocidos señalan (Roberto Matías Rodríguez y otros), que en la minería del oro de todo el NO Península la concentración de oro es notoriamente mas alta en las rocas de la zona (peñas de cuarcita) que en el terreno suelto, rojizo (arcilla) y blando. Los romanos que por lo que parece eran muy inteligentes se percataron de ello y cuando llegaron a las rocas (ubicadas en general bajo el terreno blando), no dudaron en abrir pozos y galerías en ellas. Lo que buscaban eran los filones de cuarzo (su potencia en algún caso debe ser próxima a 1 metro), que están inmersos en las cuarcitas y es mas según me ha comentado Francisco Arias Ferrero debían saber que cuarzo era el mas idóneo.

Mina del Moro citada como Cueva del Moro.
         Las diminutas partículas de oro van acompañadas por otros minerales que se ven a simple vista mejor que el oro y que dan a la roca un aspecto de “sucia”. Estas rocas “sucias” son las mejores y por el contrario esos ejemplares tan blancos y tan brillantes de cuarzo no, es curioso.

          Localizado pues el filón de cuarzo se seguía en profundidad con la apertura de galerías, a las que pronto se las dotaba seguramente de una segunda salida. Lo hacían para que el aire circulase y así fuese posible hacer fuego dentro de la mina. Creo que no hace falta explicar como funciona una chimenea doméstica. El fuego permitía romper las rocas de cuarzo y las cuarcitas encajantes (arrojando agua fría tras calentar las piedras) y de este modo las labores avanzaban. Aprovechando las grietas abiertas en la roca con cuñas, mazas y otros utensilios similares era posible ir arrancando fragmentos de roca,que serían seleccionados para su posterior tratamiento.

          Los que se consideraban aprovechables se rompían primeramente hasta reducirlos a un tamaño adecuado (quizá como un puño o una pelota de tenis) y después se machacaban en los morteros que aún hoy día hallamos tanto en el entorno de la explotación, como en las paredes de las casas del pueblo. No son pues quicios de puertas, ni otros objetos de utilidad dispar y extraña como pensaban en León hace décadas.

Rogelio dando las explicaciones oportunas sobre la localicación de los morteros.

Mortero incrustado en una pared de vivienda.
No sabemos (de momento); si cada trabajador tenía su propio mortero para machacar los fragmentos de cuarzo seleccionados o por el contrario se montaban sobre una pieza (¿un tronco grueso de madera quizá?) de tal modo que varios trabajadores a la vez estuviesen en grupos realizando su tarea. Los ejemplares hallados en otras minas similares a las de Castropodame (Pozos en La Cabrera), sugieren incluso que debían existir algunos artefactos dotados de varios martillos, todos muy próximos y que golpeaban sobre una misma roca dando lugar a la formación de los típicos hoyos pegados unos a otros. No obstante este es un punto en discusión. En el caso concreto de las minas de nuestro pueblo y en base tanto a lo que yo he visto como a lo observado por Francisco Arias Ferrero, lo que parece mas lógico es que cada trabajador utilizaba su propia piedra (a menudo de forma un tanto regular), sobre la que machacaba el cuarzo aurífero.

          Esta es la razón por la que así se refleja en el cartel elaborado al efecto en los excelentes dibujos de Abel Arias Ferrero; pero,...... Sea como fuere el resultado final era la formación de fragmentos de cuarzo aurífero reducidos al tamaño “menor que las semillas” (D. Sículo), es decir como si fuese gravilla fino o “polvo de roca”; según expresión del precitado escritor antiguo. Este polvo de roca se molía posteriormente en unos molinos que al parecer eran movidos por grupos de dos o tres personas, algo que también se refleja así en los dibujos de Abel. Los fragmentos de estos molinos (de granito en general) también se hallan aún hoy día en el entorno de la explotación y en las paredes de las casas del pueblo.

            El resultado de la molienda era un producto reducido a la textura de una harina, palabra esta que emplean tanto Plinio el Viejo como Diodoro Sículo. De este modo el resultado final era un producto de grano fino (tierra a efectos prácticos), que tendría un color blanco en el que se hallaban inmersas las partículas de oro. Nótese que el resultado final conducía a un material cuya textura era seguramente mas fina que la de las tierras rojas; pero en el que ya las finas partículas de oro se hallaban sueltas y en condiciones de ser separadas del material desechable,como en las tierras rojas.

          La ultima parte del proceso consistía pues en separar definitivamente el oro del material no aprovechable. A juzgar por el relato de D. Sículo la harina citada se sometía a un proceso de bateo consiguiendo así separar las partículas de oro del resto. No obstante había mas labores en la cadena de obtención del oro;siendo un proceso (lo describe D. Sículo); que no entiendo muy bien en sus fases ultimas y por ello no pretenderé explicarlo. Lo que si está bien claro es que contrariamente a la extendida creencia no se cita para nada el empleo de mercurio para separar el oro de la ganga. También está bien claro que había unos obreros especializados y que el producto final, era cuidadosamente medido y pesado.

          Como resultado de esta minería de interior han llegado hasta nuestros días las galerías,pozos y otras estructuras similares,que han servido para denominar al conjunto de esta mina como “Las Cuevas”. Asimismo varias de la labores individuales reciben el nombre de “cueva” (Cueva del Sil, Cueva del Moro, Cueva del Corralón, Cueva del Mosquito,....). Por lo que se ve en Castropodame tradicionalmente han preferido ¿porque razón?, hablar de cuevas en vez de minas, labores mineras, galerías u otras denominaciones, que hoy parecen mas acertadas. Hay asimismo una “cueva” realizada en pizarras, que no sin cierta controversia, ha sido interpretada recientemente (Francisco Arias Ferrero); como una posible galería habitaciónal, para algunos de los operarios de la explotación.

Otras investigaciones no coinciden con la citada como galería habitacional para los obreros
MAS TRABAJOS

          Lo expuesto hasta ahora respecto a la descripción de las labores mineras, es lógicamente sólo una especie de resumen. Sin duda había mas tareas relacionadas con la mina, como por ejemplo el cuidado del mantenimiento de los canales o el proceso de embalaje y transporte del producto final. Todo hace suponer que debería haber una fuerza militar permanente en el entorno de las minas,dado el valor del producto. ¿Donde tendría su asiento?. Yo pienso (ya lo señalé en el anterior artículo); que quizá en el Castro de Barregos, que es un punto desde el que se divisa prácticamente toda la explotación e incluso toda la zona de escombreras que llegan hasta los prados de la Veiga, rebasando claramente la carretera que va a Calamocos y Ponferrada.

          Una de las ultimas cuestiones que han llamado mi atención son precisamente las escombreras. Hace ya muchos años que me percaté de que se extienden en una extensa superficie que sale de la zona conocida como “La Cruz de Villar” (junto al cementerio) y de la Encinal. Esta superficie discurre por Nogaleas abajo y por el valle de La Devesa, extendiendose también por El Carbayall, La Fuente de la Mata y otros parajes hasta rebasar completamente en una zona extensa la carretera que va a Calamocos. Hay varias cuestiones que estoy analizando en ellas y es una de las tareas que tengo aun pendientes; pero de modo provisional y con cierta cautela, me atrevo a adelantar que estas escombreras se hallan tan extendidas (no apiladas como las de otras explotaciones mineras); porque se lavaban continuamente en busca del oro que pudiese haber en las mismas.

En la zona central de la foto y coincidiendo la posición de la torreta de alta tensión se encuentra el Castro de Barregos.
          Lo que aún hoy se observa sobre el terreno muestra que en la cabecera de Los Valles y la Encinal desembocaban canales procedentes de los embalses de las partes mas altas del monte. Puesto que el agua procedente de Los Valles y la Encinal acabaría discurriendo irremisiblemente por Nogaleas abajo y por la Devesa ; hemos de pensar que estas escombreras contenían una considerable cantidad de agua que fluía a través de las mismas arrastrando finas partículas de tierra. Un recorrido por las mismas permite ver lo que yo interpreto como canales que siguiendo trazas más o menos curvas (no rectilíneas como las ágogas) y también lo que parecen ser balsas de decantación. Por otra parte cabe señalar que también entre las escombreras se han hallado restos de morteros y molinos, si bien muy escasos. Esto sugiere que cuando entre los escombros se observaba algún fragmento rocoso con “pinta” de aprovechable,era sometido también al proceso de machaqueo y molienda.

          Por último cabe señalar que yo he intentado hacer una cubicación del volumen de terreno arrancado (roca y tierra roja) y también del volumen de las escombreras,para intentar encajar ambos datos teniendo en cuenta el coeficiente de esponjamiento del material una vez arrancado. En un primer tanteo los datos parecen ser,pero hay que revisarlos mas a fondo. No los inserto aquí por este motivo y porque suponen entrar en un “baile de números”, que resultan muy interesantes para los técnicos, pero que a mucha gente le resultan aburridos en extremo.

ORO EXTRAÍDO

          Dejando a un lado las opiniones fantasiosas y curiosas que no expondré aquí para no confundir al personal; hay que dejar bien claro que el oro en esta mina (como en otras); se halla dispuesto en partículas tan finas que es difícil verlo a simple vista. La abundancia de oro es variable de unas zonas a otras y por lo que sabemos parece ser mucho mas abundante en la roca dura que en las tierras sueltas. Inserto una foto (realizada por Francisco Arias Ferrero) de una partícula que tiene un tamaño de sólo 1,5 milímetros. Es un buen ejemplo de lo que podemos hallar.


Oro nativo muestra de 1,5mm
          Quizá haya algunas un poco mayores (de hasta 3 milímetro) y sin duda también muchas menores. El peso de una partícula como la de la foto, puede ser perfectamente de 19 gr. La pregunta es la siguiente :¿que  volumen de roca (cuarzo mas roca encajante) hay que arrancar y procesar para obtener de modo promediado una cantidad de oro como esta?. Pues sinceramente no tengo datos representativos referidos concretamente a esta mina de Castropodame; pero si consideramos que ha de ser una mas de as muchas que hubo por el NO de la Península Ibérica; estimo que para obtener 19 gramos de oro se necesita arrancar una media de 9 metros cúbicos de roca. Lógicamente no todo ese volumen e roca se procesaría (machaqueo y molienda) si no sólo el cuarzo aurífero;pero el arranque implica a menudo actuar sobre las cuarcitas entre las que van encajados los filones (capas) de cuarzo aurífero. Dicho de otro modo y a título orientativo entiendo que un promedio de 1,8 gr. de oro por metro cúbico de roca podría ser una cifra razonable.

          El volumen de terreno excavado en el conjunto de la explotación (Los Valles y La Encinal), es de 2,37 millones de metros cúbicos. Suponiendo que en el terreno blando hay la misma proporción de oro que en la roca (los 1,8 gr./m3ya señalados), resultaría una cantidad de oro extraída de 4,26 Tm. Hace ya mas de 25 años calculé una producción de unas 4 toneladas de oro, luego en este punto nada ha cambiado. Si tenemos en cuenta la densidad del oro esto supone un volumen de 0,21 m3, es decir el mismo que un bidón (cilíndrico) de un diámetro de 60 cm. y de una altura de 74 cm. Si esto es mucho o poco es cuestión discutible.

          Soy consciente de que es mucho muchísimo mas lo que podría escribirse sobre estas minas, pero tampoco vale “pasarse”, por tanto aun sabiendo que quedan muchos datos guardados, sólo escribiré un artículo mas en el que haré hincapié en la importancia que estas minas tienen en la historia de Castropodame. Lo hago con el fin de animar a todos los de este mi pueblo, para que presten atención a este legado histórico y lo valoren en su justa medida, aprovechando que ahora el Ayuntamiento está poniendo en valor estas minas. Esto será en el siguiente capítulo.
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19 de enero de 2015
Rogelio Meléndez Tercero, geólogo, topógrafo y miembro del INGEMI (investigación geológica y minera) dependiente de la Asociación Mineralógica Aragonito Azul.

Así son las cosas y así se las hemos contado.

3 comentarios:

  1. Para l@s que sigan esta interesante serie, que sepan que queda una tercera parte. Debemos de contribuir a potenciar y acercar a todos nuestros tesoros ocultos y que seamos capaces de apreciarlos en lo que merecen. Vaya en este caso para Rogelio nuestro agradecimiento, por tantas horas de dedicación y cariño a su pueblo..

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  2. Yo no me pierdo la tercera parte, muy buen trabajo y ánimo Rogelio.

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  3. porfa publicar pronto la 3ª .

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